viernes, 12 de noviembre de 2010

¿Cuál es la verdad?

    Desde pequeños nos enseñan ha expresarnos con claridad, o interpretar las cosas como es debido, y para ejercitarlo nos hacían dictados de textos. ¡Bueno, pues esos dictados, han pasado a la historia!
    Hace muy pocas clases, Irune (profesora de Habilidades de expresión oral y escrita) nos mando una actividad en clase: DICTADO DE UN DIBUJO.
    Lo primero que hay que decir sobre esta actividad, como receptor y emisor, ya que he realizado los dos papeles en la actividad de la clase, !MADRE MÍA, QUE ACTIVIDAD MAS COMPLICADA! Sin embargo, este ejercicio te hace pensar, y ahora os diré porque. Estos dibujos estaban compuestos por simples formas geométricas: cuadrados, círculos, letras...
    El ejercicio era muy sencillo, en teoría, un compañero de clase debía ponerse delante de todos observando solo él un dibujo que debería dictar al resto de la clase. Hubo dos sesiones:
    En la primera sesión, solo hubo tiempo para que una persona hiciese de emisor dictando todo el dibujo (Miriam). Con toda su buena intención y como fue elegida por la profesora para hacer el ejercicio, ella lo hizo lo mejor que pudo, tal como ella veía el dibujo, ella lo intentaba explicar a la clase con palabras, y viendo que había personas que no coseguian entender lo que estaba diciendo se ponía mas nerviosa. El resto de la clase, como receptores, había una condición, no hacer preguntas, lo que no nos llevaba a un nivel de nervios mas grande, ya que queremos hacer correctamente el dictado y en muchos casos creemos que es el emisor que no sabe dictarlo, pero lo mas probable es que sea problema de la capacidad de comprensión y de interpretación del receptor, porque el emisor dicta el dibujo expresándolo lo mejor que el puede y de la forma que es mas correcta.
    En la segunda sesión, hubo cuatro emisores y los receptores podían hacer preguntas, con un dibujo diferente.
    La primera parte del dictado fue ejecutado por Javi, que con su voz tranquila y su paciencia, creo que fue el que mejor supo dictar la primera parte del dibujo.
    La segunda parte fue realizada por Christian. Yo creo que con Christian la clase se estresó muchísimo mas y no siguió el patrón o el orden del dibujo, debería haber empezado justo donde lo dejo Javi, pero el comenzó por otra esquina, lo que descoloco bastante a los receptores, y en mi opinión no se expresó lo suficientemente bien, pero para comprender lo hay que haber hecho la función de emisor.
    En tercer lugar, el emisor lo realice yo, creo que conseguí calmar a la gente, mi forma de ser es tranquila, asique interprete al emisor de esa manera para que los receptores se sintiesen mas tranquilos, es decir, para contagiar una atmósfera de confianza. 
   Y la atmósfera creo que se transformo hasta que finalmente el emisor fue Alberto, y no es nada personal, pero el problema que tiene Alberto es la vocalización, pero no voy a decir nada mas porque en el caso de Alberto no me fijé en como reaccionaban los receptores.
    Como conclusión, nosotros aprendemos a expresarnos como nosotros creemos que es necesario o como nos han enseñado, pero la verdad es que no tenemos ni idea, no solo de expresarnos, sino tampoco de comprender lo que recibimos, así que lo ultimo que digo es que “yo solo sé, que no se nada”.