lunes, 24 de enero de 2011

Shon ap Shenkin y la música de las hadas


  El joven y atractivo Shon ap Shenkins fue de paseo por el bosque una preciosa mañana de domingo, cuando se sintió cautivado por una melodía mágica. Se sentó bajo un árbol a escucharla. Cuando se extinguieron los últimos acordes de aquella música, se levantó y quedóse sorprendido al ver que el árbol que le cubría, y que antes fuera verde y frondoso, se había secado. Al regresar a su hogar, observó que la casa estaba extraordinariamente cambiada, algo más vieja y recubierta de hiedra.

    En el umbral de la puerta, estaba de pie un extraño, un viejo que saludo a Shon y
le preguntó qué deseaba. Shon, sorprendido, respondió que hacía unos minutos que
había dejado a su padre y a su madre en esa misma casa. Le preguntó el viejo cómo
se llamaba. “Shon ap Shenkin” le respondió el muchacho. Una palidez mortal cubrió el rostro del viejo, que contestó:
“He oído hablar muchas veces
a mi abuelo, tu padre, de tu desaparición”. Al oír esto, Shon ap Shenkin se deshizo en polvo sobre el umbral.