¿Qué fin tiene la escuela? Esta es una pregunta que se hacen los hombres como, ¿Existe dios? Durante toda la historia se han establecido lemas, métodos, contenidos… diferentes en eso que se llama “escuela”, pero aún así, todavía el aburrimiento cecha entre las clases. ¿Por qué llamarlo armario? Podríamos llamarlo casa de campo, o sala de cine, o incluso diversión, pero el término “armario” para el sentido de la escuela es algo, por decirlo de alguna manera, malo. Si se entra en un armario, se esta oscuro y se siente miedo, la desconfianza y muchas veces, las escuelas tienen esta imagen. ¡Seguro que estaréis deacuerdo conmigo en que todos deseamos mas salir del armario que entrar!
“Casa de campo” implica diversión, juegos y también aprendizaje, ya que una cosa no quita la otra. Las escuelas tienen contenidos que para los niños, no tiene sentido ni coherencia. El niño piensa en la diversión, en el jugar, no piensa en desarrollar su mente. Yo he vivido las épocas de cambios educativos, las deferentes leyes… con diferentes formas de estudios que al final no se podían procesar todas al mismo tiempo, y aun así seguían siendo aburridas. El único momento en el que el “niño” se interesa por la escuela, es cuando tiene capacidad de razón, es decir, cuando ya no es tan niño. A no ser que la escuela realizase todas sus enseñanzas de forma mas subjetiva, activa y menos pesada, entonces llegaremos a poder llamar a la escuela de una forma distinta, como en la “Casa de Campo”.
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