Lo visto en el bloque:
Este tema introductorio ha sido muy instructivo. Prácticamente, en mi
caso he tenido que olvidar todo lo que sabía de literatura, puesto que tenía una
idea bastante mala de lo que era. Estoy exagerando evidentemente, pero más o
menos fue así.
Después de tener claro estas diferencias, nos metimos de lleno en la
literatura infantil, que son aquellos textos que van dirigidos a un receptor en
concreto, los niños. Para poder realizar este tipo de literatura, el autor tiene
que conocer al receptor al que va dirigido, sino no tiene sentido. Es decir,
que aquí el autor tienen en cuenta más al niños que así mismo, y adapta su
historia para que el niño lo entienda y disfrute con la lectura. Y estuvimos
hablando de literatura infantil en España, como “Celia” “Periquín” “Antoñita la
fantástica” que tuve el placer de leer después de documentarme un poco. Son
libros muy divertidos y que se pueden utilizar en una clase. Cuando seamos
maestros, debemos animar la lectura de los niños, y aunque no lo parezca, hay
mucha literatura infantil española, pero no solo debemos ser buenos eligiendo
libros, sino que también debemos ser críticos y elegir nuestro propios libros.
Para literatura infantil lo menos que se puede encontrar es la poesía, que es
bastante escasa. Sin embargo, estuvimos hablando de una autora muy especial,
sobre todo para mí, ya que de pequeños leía sus libros, Gloria Fuertes, que
escribía literatura infantil, y normalmente en poesía. Esta autora supuso un
cambio en la forma de mirar la lectura dirigida a los niños, para mí es una de
las mejores autoras.
Después de hablar de todo esto, la actividad que teníamos que hacer era
la de analizar un libro, para mí al principio me pareció una actividad bastante
complicada, pero una vez que la hice me gusto y me hizo reflexionar, esta
actividad es la que tendremos que hacer continuamente durante nuestra labor
docente, para la elección de libros concretos para cada edad y momento evolutivo
del niño, debemos preocuparnos por su aprendizaje en la lectura y demos
intentar incrementar esa habilidad lectora, la única manera de hacer todo esto
es conociendo al niño.
Para conseguir que los niños se conviertan en competentes lectores, hay
que comenzar el acercamiento a la lectura no debe ser demasiado tarde.
Las editoriales les gusta mucho lo de etiquetar los libros en edades
concretas y de esa manera hacer creer al público que los niños solo pueden leer
los libros que vayan acorde con su edad: “para todas las edades”… nosotros como
profesores, debemos preocuparnos un poco más por lo que leen los niños y elegir
bien haciendo un análisis y una crítica del libro que queremos coger para
nuestros alumnos. No podemos dejarnos llevar continuamente por la recomendación
de edad de las editoriales. Esta bien tener en cuenta la edad del niños pero no
podemos que eso sea el único criterio para la elección de la lectura, el libro
tienen que tener una calidad de la lectura, haya orientaciones mínimas.
Es casi imposible que la edad de lectura de un niño coincida con su
edad real, ni que todos los niños de una misma edad, aunque estén cursando el
mismo nivel de lectoescritura, tengan el mismo grado de maduración lectora, por
lo que resultaría tan impensable elegir un cuento, tanto sin tener en cuenta su
edad, como teniéndola como exclusivo punto de referencia; aunque unas
orientaciones generales pueden ser de gran ayuda.
En definitiva, este bloque me ha hecho pensar en lo complicado, pero
necesario que es tener en cuenta lo que nuestros alumnos leen. Hay que saber
cómo elegir los libros adecuados para el momento evolutivo en el que se
encuentra el niño, que en mi opinión Piaget nos puede ayudar mucho para
entender los momentos evolutivos.
Experiencia:
Perfecto.
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